El amanecer ya ha terminado.
Te encuentras en medio de la nada.
Pero no te preocupes, puedes estar aquí un rato.
Ahora que todos los planes futuros han sido propuestos, es hora de mirar hacia atrás.
¿Lo recuerdas bien?
¿Alguna vez has estado en sintonía con la canción que la vida tarareaba?
Si el dolor persiste cuando tu cuerpo se haya ido y tu arrepentimiento fantasma no lo
ha dejado ir todavía, puede que hayas muerto de la manera que no deberías.
Cuando estás fuera del tiempo, no hay nada más que espacio.
El cielo es para aquellos que dejan ir el arrepentimiento.
Si tu corazón roto es muy pesado cuando lo pones en una balanza, tu serás más ligero
que el aire cuando se retire el velo.
Las flores no están tratando de verse bien, simplemente abren sus pétalos y se dirigen
hacía la luz.
¿Estás escuchando?
El cielo no es eso, es esto.
Es la profundidad de este momento, no alcanzamos la felicidad.
La vida es un caos pero eso la convierte en verdadera.
Tienes que relajar tu mente, entregar tu alma para alinearse y bailar hasta encontrar
ese divino camino.
En otras palabras… Tienes que ser el cielo para ver el cielo.
Que la paz esté con nosotros.